¿Por
qué ser la oveja, cuando puedes ser el lobo?
Ismae
con diecisiete años se ha escapado de la brutalidad de un matrimonio
arreglado en el santuario del convento de San Mortain, donde las
hermanas todavía sirven a los antiguos dioses. Ahí se entera de que
el mismísimo Dios de la Muerte la ha bendecido con peligrosos dones
y un violento destino. Si ella decide quedarse en el convento, será
entrenada como una asesina y le servirá a la muerte. Para reclamar
su nueva vida, deberá destruir las vidas de otros. La misión más
importante de Ismae la llevará directamente a la Corte Suprema
británica, donde ella se encuentra lamentablemente sin la
preparación adecuada. No sólo para los mortales juegos de intriga y
traición, sino para las imposibles elecciones que deberá tomar.
¿Pero cómo puede ella entregarle a la muerte la venganza que
espera, cuando el objetivo, contra su voluntad, le ha robado su
corazón?