Yo,
Penny Lane Bloom, juro solemnemente no volver a
salir con otro chico en lo que me queda de vida. De
acuerdo, quizá cambie de opinión dentro de unos diez
años, cuando ya no viva en Parkview (EE.UU.), ni
asista al instituto McKinley; pero por el momento, he
acabado con los chicos. Son unos mentirosos y unos
estafadores. La escoria de la
Tierra. Sí, desde
el primero hasta el último. La maldad personificada.
Algunos parecen agradables, claro; pero en
cuanto consiguen lo que buscan, se deshacen de ti y pasan al
objetivo siguiente. Así que he terminado. NO MÁS
CHICOS. Punto final.