Cuando
pienso en la muerte, no veo lo que todos los demás hacen. Hay un
suave susurro cuando la encuentras, y una voz diciéndonos que todo
irá bien.
Nunca
morimos solos, porque ellos siempre están viéndonos,
protegiéndonos, y guiándonos. Ellos permanecen en silencio como una
simple ráfaga de viento, pero es en este viento en el que nuestro
mundo puede cambiar. El mío lo hizo.
Amor,
ángeles, traición. Fuerzas sobrenaturales más allá de nuestra
compresión batallan por las almas humanas. Algunos caerán,
otros prevalecerán.